El verano es una excelente oportunidad para disfrutar y conectar con la esencia de la naturaleza.
El humano está biológicamente ligada a ella desde que hemos sido concebidos. Hemos nacido para actuar en simbiosis mutua como parte del todo natural.
Es verdad que la realidad de la vida moderna que hemos creado, nos “ayuda” a muchas personas a estar alejados de esa conexión necesaria, y que provoca determinadas consecuencias ya sea a nivel físico, emocional y espiritual, y que la vorágine estresante y rutinaria de las ciudades hace que olvidemos nuestra esencia.
¡Pues no! No lo permitamos. El hecho de trabajar para cubrir las necesidades básicas como vivienda, comida, etcétera esta bien, y luego seguimos trabajando, trabajando y trabajando, para conseguir lo que llamamos “lujos”, pues… muchos tendríamos que replantearnos el concepto. Según la RAE define el “lujo” como: cosa o conjunto de cosas prescindibles que suponen gran gasto de dinero o de tiempo, también significa: exhibición o manifestación de riqueza.
Bien, reflexionemos, gastar vida y tiempo en lujos es una decisión válida para quien lo decida, pero ¿realmente vale la pena?¿ logramos conectar con la verdadera esencia de la vida en sentir la unión de la naturaleza y el hombre,¿ sentimos las vibraciones y buenas energias del universo?, ¿ya no nos acordamos lo que se siente porque hace tiempo no lo experimentamos como cuando eramos niños y admirábamos lo simple?
Mirar como el viento transforma las olas del mar, ver a un cangrejo pequeño esconderse entre las rocas, ver un camino de hormigas llevando hojitas, el movimiento y frescura de los árboles, el calor abrazador de la tierra en pleno julio, el silencio de la noche y las estrellas que parecen infinitas y que decir del amanecer, donde no sólo apreciamos colores preciosos…sino que además nos transmite esperanza del nuevo día que comienza y nos regala la oportunidad de vivirla, “reaprendamos” a disfrutarla.
No dejemos que ver una puesta de sol, estar en el bosque o nadar sea un lujo, porque no es algo prescindible, sino algo necesario para la buena armonía con la madre tierra.
Culminaré con una frase que inmortalizó en muchos el ex presidente de Uruguay José Mujica (independientemente de que haya estado ligado a la política, la filosofía que profesa es digna de admirar):
Ser feliz es simple, lo difícil es ser simple.”
¡Gracias y a conectar!
Saludos
