“….lo esencial es invisible a los ojos….”
Festejo la promoción de la actividades relacionadas con la navegación a vela como en este caso la 38 Edición de la Regata de la Copa del Rey que se realiza cada verano en La ciudad de Palma de Mallorca.
Me satisface saber que el prestigioso Real Club Náutico, organizador de dicho evento, ha estado acorde a las circunstancias que actualmente atraviesa nuestro medio ambiente apostando a la sostenibilidad.
Una de las medidas realizadas han sido la prohibición de envases plásticos de un sólo uso, algo que muchos ya saben de sus peligros pero hay muchísimos más que no y así el mensaje del cuidado ambiental puede expandirse más rápidamente para no sólo crear conciencia sino también hacer que actuemos ya.
Más allá de todo lo superficialmente visible, hay algo que ante los ojos de muchos no se ve, y son los sentimientos, emociones y, vivencias que experimentan los regatistas, y que pueden transmitirse de alguna manera, en este evento tan especial, además de fomentar valores propios.
Desde que empecé en la navegación, descubrí un mundo diferente dentro de éste mismo planeta.
Vivir con los pies sobre el agua en vez de sobre la tierra te conecta con un sinfín de sensaciones que llenan mi alma de gozo y plenitud, al igual que al montañista puede sentirse pletórico al escalar hacia la cima, así me siento.
Por lo general el mar sólo te da una oportunidad para hacer bien la maniobra correcta, eso hace que saques de tu interior todo lo mejor de tu potencial para lograrlo.
Un cambio repentino de la dirección del viento, un oleaje bravo, la inestabilidad del mar, son factores que influyen en la dirección del barco y las velas, etc. Lo cual te obliga a centrarte en el rumbo y no perderlo de vista. Pero la satisfacción de los desafíos y obstáculos superados te llena de satisfacción.
Todas éstas habilidades que se adquieren y se van desarrollando a medida que tengamos más experiencias, son uno de los regalos que nos da el mar para nosotros como personas.
“El mar te forja, te hace valiente, te hace duro y sensible a la vez”, porque podemos deleitarnos con la suavidad de la brisa que corre por nuestra piel, respirar ese aire marino, sentir como el sol abrasador quema en un día de verano en altamar, saber que la frescura se encuentra a pocos centímetros de nosotros, y es una combinación única que nos engancha, sin mencionar a las estrellas en la noche donde podemos sentir que somos humanos en un mundo infinito.
¡Pero que romántica me pongo! ¿Eso es bueno no?
¡Ahora toca festejar! Y saber que la esencia de ésta competición es sentir la felicidad, compartir los valores que te da la náutica, el amor al mar y la naturaleza, y sobre todo sentir que ¡ESTAMOS VIVOS!
“Porque no se ve bien si no es con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.” Antoine de Saint-Exupéry
¡Salud y buenos vientos!