Cuando era pequeña siempre soñaba con descubrir tesoros, imaginaba desenterrar un cofre con joyas y piedras preciosas, ese fue uno de mis primeros conceptos de riqueza que con el tiempo y por fortuna han ido evolucionando.
Hoy en día considero, al igual que muchos de vosotros que me leéis y que tenéis buen corazón, que la verdadera riqueza no pasa por lo material, sino en tener amor, salud, sabiduría, bienestar espiritual y poder disfrutar de la vida y la naturaleza en armonía.
El día que descubrí el poder maravilloso de los aceites esenciales al instante me di cuenta de que era uno de los tesoros que nos regala la madre tierra.
Mi interés y curiosidad no ha cesado desde entonces. Poco a poco comencé a experimentar las sensaciones y a disfrutar de los beneficios que aportan tanto a la salud física como la emocional, mientras tanto iba desarrollando más y más mi sentido del olfato.
Es increíble como unas pocas gotas de A.E. de pomelo pudieron cambiar mi estado de ánimo, e incluso mi salud.
Tuve una época que era habitual despertarme con mal humor y estresada pensando en todo lo que me tenía que hacer ese día y frustrada por la falta de tiempo, y decidí aplicarlo cada mañana unas gotas diluidas en aceite de almendra y frutarla por el pecho y cuello y al instante sentía calma y mejor ánimo.
El primer aceite que me compré fue la lavanda, para “probar” ya que era un aceite clásico y conocido, luego me animé a más: el A.E. de Patchouly, árbol de té, Pomelo, Bergamota, Sándalo, Cedro, Jara, etc.
Luego tuve la oportunidad de realizar un curso de aromaterapia donde aprendí a hacer fórmulas para diversos usos y aplicaciones ya sean de cosmética-belleza en cremas o lociones, como para tratar algunas enfermedades de patología simple como un constipado, gripe, migrañas, problemas musculares-contracturas, eccemas en la piel, heridas, cicatrices o bien para tratar el lado emocional como dolor, angustia, ansiedad, estrés, insomnio, problemas de autoestima.
¡Vamos que descubrí todo un mundo! ¡ Y con solo oler una esencia, que es el espíritu de las plantas, todo su potencial de una gota en una molécula!
Me gustaría invitar a todas aquellas personas que no lo conocen a que lo descubran y se beneficien de este poder natural y sano. Y a lso que conocen que sigan utilizando, experimentando y descubriendo.
He de decir que para hacer uso de ellos hay que tener ciertos conocimientos y sobre todo PRECAUCIÓN, ya que la no correcta utilización podría acarrear serios problemas, desde mareos o intoxicaciones. Se aconseja para empezar seguir indicaciones de un especialista o terapeuta y que nos brinde pautas básicas del correcto uso.
¿Cómo actúan los aceites esenciales?
Los aceites esenciales actúan sobre la mente y el cuerpo de forma simultánea, y por ello respondemos ante su presencia tanto física como psicológicamente. Ésta reacción comienza cuando aspiramos un aceite esencial o lo absorbemos a través de la piel.
Cuando inhalamos un aceite esencial, sus moléculas penetran en nuestros pulmones, y de allí pasan al flujo sanguíneo, dónde interactúan con las hormonas y enzimas de la sangre para influir sobre toda la química de nuestro cuerpo.
Éstas moléculas también afectan a los diferentes sistemas del cuerpo, calmando o estimulando el sistema inmunitario, la digestión, el sistema nervioso, el sistema endocrino y genitourinario, y la piel, por ejemplo. Además de interactuar, el olor estimula el sistema límbico del cerebro (el lugar donde residen nuestras emociones y recuerdos), lo que dispara los sentimientos y afectando, así, a nuestro estado de ánimo.
Al aplicar un aceite esencial sobre la piel (con excepción de los aceites de árbol de té y lavanda, todos deben diluirse en un aceite portador antes de ser aplicados), las moléculas penetran en la piel y pasan al riesgo sanguíneo. Generalmente al cabo de entre seis y catorce horas son fácilmente excretadas del cuerpo sin dejar ningún residuo tóxico.
Por regla general, todos los aceites esenciales son antisépticos y se suelen especializar en el tratamiento de infecciones concretas: virales bacterianas, fúngicas o parasitarias. Algunos aceites y hierbas, como la lavanda y el ginseng, actúan sobre el cuerpo de un modo específico. Son conocidos como adaptógenos y apoyan la función que tienen las glándulas suprarrenales de ayudar al cuerpo a adaptarse al estrés y tratarlo.
Para empezar os dejaré una breve descripción acerca de las utilidades de algunos aceites, en los siguientes post iré poniendo más información.
Propiedades y aplicaciones
Aceite esencial de Árbol del té
Propiedades:
ANTIMICROBIANO
ANTISÉPTICO
ANTIINFECCIOSO
ANTIMICÓTICO
CICATRIZANTE
PEDICULICIDA
ACARICIDA
Aplicaciones
Prevención y tratamiento de los hongos (duchas, gimnasios, prevención en piscinas)
Acné
Ampollas
Rozaduras
Herpes labial
Quemaduras
Piojos
Acaros
Modo de empleo
MASAJE: añadir 10 gotas de aceite esencial de árbol del té en 10 ml de aceite vegetal de almendras.
Aceite esencial de Basílico o albahaca
Propiedades
ANTIESPASMÓDICO
REVITALIZANTE-DEFATIGANTE
TÓNICO DIGESTIVO
ANTIINFLAMATORIO
Aplicaciones:
Dolor de estómago
Flatulencias
Gases
Mareos-viajes
Fatiga mental
Estrés
Imsomnio
Calambres musculares
Modo de empleo
MASAJE: añadir 15 gotas de aceite esencial de basílico en 30 ml de aceite de avellanas
Precaución: No utilizar de forma prolongada. No usar en niños menores de 12 años por vía oral.
Aceite esencial de Bergamota
Propiedades
PURIFICANTE ATMOSFÉRICO
ANTISÉPTICO
REGENERADOR CUTÁNEO
ANTIDEPRESIVO
CALMANTE
CARMINATIVO
Aplicaciones
Depresión
Estrés
Ansiedad
Irritabilidad
Insomnio por estrés
Acné
Piel y cabello graso
Seborrea del cuero cabelludo
Modo de empleo
MASAJE: añadir 15 gotas de esencia de bergamota en 50 ml de aceite de avellana. Aplicar antes de acostarse.
Precacución: fotosensibilizante.
Aceite esencial de Eucalipto Glóbulo
Propiedades
ESPECÍFICO DE VÍAS BAJAS RESPIRATORIAS (BRONQUIOS Y PULMONES)
DESCONGESTIVO NASAL
FLUIDIFICANTES DE LAS MUCOSIDADES
ANTIINFECCIOSO
Aplicaciones
Resfriados que afectan a la esfera bronco-pulmonar
Masaje bronco pulmonar
Modo de empleo
DIFUSIÓN, VAPORES: añadir 10 gotas de aceite esencial de eucalipto glóbulo en un cuenco de agua caliente y realizar inhalaciones.
MASAJE: añadir 10 gotas de del aceite de eucalipto g. en 10 ml de aceite vegetal de macadamia.
Precaución: No apto para personas asmáticas.
En el siguiente artículo brindaré más información.
Muchas gracias por leerme.
Laura